Jardines de los museos de París: cuatro lugares excelentes para disfrutar del veranillo

Intimistas, gratuitos y secretos, los jardines de los museos de la Ciudad de París constituyen Después de los primeros fríos otoñales, hacia finales de octubre, las temperaturas vuelven a aumentar, de vez en cuando el sol todavía asoma sus rayos y las terrazas de los cafés parisinos se llenan de gente.

Es el muy esperado veranillo de San Miguel. Para disfrutar de esas temperaturas veraniegas en medio del otoño, le proponemos cuatro lugares poco conocidos en los jardines de los museos de la Ciudad de París.

El jardín secreto del escultor

Jardín del Museo Bourdelle
18 rue Antoine Bourdelle
75015 París

Situado en el barrio de Montparnasse, el Museo Bourdelle está dedicado a la obra del escultor Antoine Bourdelle (1861-1929), quien fuera asistente de Rodin y maestro de Giacometti. El museo aloja, entre otras bellezas, un jardín esplendoroso donde se exponen unas magníficas esculturas de bronce, entre las que destacan el busto de su maestro, Rodin, el célebre Heracles arquero y, en el patio trasero, el majestuoso monumento al general Alvear.

Con su calma ceremonial y su verdor florido, el jardín del Museo Bourdelle establece un diálogo muy relevante con las obras de arte e invita al visitante a la meditación y al ensueño. Esta pausa secreta en un barrio muy animado también ofrece desde luego la posibilidad de familiarizarse con el universo del escultor y de entrar en la intimidad de su estudio.¡Y la entrada es gratuita! (Con excepción de la exposición temporaria)

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Bellas artes y exotismo

Jardín del Petit Palais
Avenue Winston Churchill
75008 París

¡Un oasis en el corazón del museo de Bellas Artes de París! Palmeras, bananos y otras plantas exóticas rodean las tres fuentes del jardín del Petit Palais, que invita a los visitantes a hacer una parada vivificante y gourmet en el recorrido de las colecciones permanentes y las exposiciones.

El café, en el que se puede entrar libremente durante las horas de apertura del museo, ofrece bebidas y platos tradicionales para tomar en el entorno encantado del jardín, lejos del ruido de las avenidas parisinas.

¿Por qué es un paseo obligado? Por un asiento al sol en pleno otoño, por el marco ensoñador y para ver un museo repleto de obras de arte que van desde la Antigüedad hasta el siglo XX. ¿Qué más hace falta para convencerse?

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Lujo, calma y voluptuosidad.

Jardín del Museo de la Vida Romántica
16 rue Chaptal
75009 París

Después de ocho meses de renovación, el Museo de la Vida Romántica ha vuelto a abrir sus puertas. A partir de ahora, la famosa pastelería inglesa Rose Bakery tomará las riendas del salón de té situado en el bucólico jardín del barrio de Atenas, en el 9º distrito de París. Delicias caseras, tés orgánicos, bancos de hierro forjado… Todos los ingredientes para aprovechar la sombra de los árboles o el sol junto a los rosales.

El jardín del Museo de la Vida Romántica es la ilustración bucólica de la atmósfera artística y cultural parisina del siglo XIX. Y una invitación ideal a contemplar las obras de Ary Scheffer y sus contemporáneos.

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Esculturas a todo verde

Jardín del Museo Zadkine
100 bis rue d'Assas
75006 París

Situado a tan solo unos metros del Jardín de Luxemburgo, el Museo Zadkine fue la casa donde vivió y trabajó el artista entre 1928 y 1967. Aunque el recorrido del museo tienda a dar prioridad a una presentación de las obras más insignes del escultor, ilustrador y dibujante, el ambiente intimista del estudio del artista, muy propicio a la labor creativa, permanece intacto. La quietud reina particularmente en los jardines, donde las esculturas neoclásicas de Zadkine (El nacimiento de Venus, Melancolía, Orfeo, Proyecto para el monumento a los hermanos Van Gogh) viven al ritmo de las estaciones.

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