Grandville y Balzac
Famoso por sus caricaturas de animales y su visión crítica de la vida social, J.J. Grandville fue solicitado por los periódicos que florecieron al final del reinado de Carlos x. Allí conoce a Balzac, que se dedica al periodismo. A continuación, ambos evolucionan en direcciones políticas distintas y sus relaciones profesionales cesan temporalmente, aunque los lazos de amistad perduran.
La Casa de Balzac expone un corpus original de unos cincuenta dibujos, muchos de ellos inéditos, y grabados poco conocidos, obras satíricas, poéticas y fantásticas de Grandville.
Esta exposición pone de relieve la connivencia que existía entre Balzac y Grandville, al tiempo que se centra en el tema de la libertad de la prensa satírica. Después de las leyes contra la prensa del 9 de septiembre de 1835, Grandville abandonó la lucha política en beneficio de la ilustración.
Fue entonces cuando se puso al servicio de Balzac: su talento para las representaciones animales, su poesía y su sentido de la fantasía se expresaron plenamente en las Escenas de la vida pública y privada de los animales, mientras que sus caricaturas de rentistas o tenderos dan muestra de que la ferocidad de su lápiz no se vio empañada en absoluto por su distanciamiento de la caricatura política.
Comisario: Yves Gagneux
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